Lola, la madre de los niños, escucha que el sacerdote de la Parroquia del Cristo Crucificado había tenido mucho éxito, disciplinando niños, así que un buen día le pide que hable con sus hijos.
El sacerdote acepta pero pide verlos de forma separada, así que Lola envía primero a Pepe, su hijo más pequeño.
El sacerdote es un hombre enorme con una voz muy profunda, sienta al niño frente a él.
Sacerdote.-"¿Dónde esta Dios, hijo?".
El niño se queda boquiabierto pero no responde, solo se queda sentado. Así que el sacerdote repite la pregunta en un tono todavía más grave.
Sacerdote.-"¿Dónde está Dios?"
De nuevo, Pepe no contesta.
Entonces el sacerdote sube de tono su voz, aun más, agita su dedo apuntando frente a la cara del niño,
Sacerdote (gritando).-"Te estoy preguntando que: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?".
El niño sale gritando de la parroquia, corre hasta su casa y se esconde, golpeando la puerta. Cuando su hermano, Luís lo encuentra en su habitación le pregunta.
Luís.-"¿Que te pasa con el cura?".
Pepe (sin aliento).-"¡No me jodas!. ¡Ahora si que la hemos cagamos!. Estamos en serios problemas, tio!". ¡¡¡DIOS SE PERDIÓ !!!. ¡¡¡Y el cura cree que lo tenemos nosotros…!".