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martes, 13 de mayo de 2014

Siente el Amor

De todas las disciplinas tradicionales que tienen como misión abrir una nueva conciencia espiritual, permaneciendo en un estado mágico de paz y amor, probablemente la meditación sea la más intensa y auténtica para una espiritualidad más completa. 

La meditación descubre una conexión interna con lo espiritual, nuestra esencia,dando una poderosa energía además de una excelente guía  para una intuición sutil.

Por propia experiencia sé que la meditación realizada durante unos 15 minutos al día te permite serenar, acallar nuestro bullicio interior de conflictos personales, laborales, familiares, etc. A ello. se suma el estado de inmensa y armoniosa paz, recibiendo una sabiduría que está mas allá de nosotros.

Sé que cada día es agotador para la mayoría de los humanos, nos asaltan dudas y conflictos , es por eso que recomiendo honestamente la práctica de la meditación, una conexión consciente con la fuerza cósmica (Dios) que todos llevamos dentro. Esto facilitará una transformación  de la humanidad y por ende del planeta tierra.

la práctica de la meditación consigue tu relajación física, alivia el estrés y la ansiedad y potencia la creatividad, dando una sensación de bienestar.

5 comentarios:

  1. La Sabiduría de Dios nos aconseja los horarios para meditar

    En la Biblia el salmo 63 nos habla de la madrugada y de las vigilias de la noche como el mejor momento para hacerlo.

    Antes que todos se levanten... Y después que todos se acuesten...

    Aparca la tele-basura, apaga el telefono y medita un ratito cada dia.

    Vas a ver que bien te hace.

    Menos estrés, mayor coeficiente intelectual, menor presión sanguínea, estimulo a la creatividad y a la resolución de problemas, una claridad sobre la ley de Dios, un corazón estable, un país centrado y en orden.

    Lo dice al salmo 1.3

    "El que medita: Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,

    Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae;

    Y todo lo que hace, prosperará"

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    1. Sencillamente genial tu buena aportación sobre los momentos más propicios para meditar, la mañana y al atardecer son los mejores. Sí a eso se le suma un entorno adecuado en cuanto a niveles de oxígeno (jardines, bosques, sierra, campo) y carencia casi de ruidos artificiales conseguimos un marco ideal para practicar la meditación a plena satisfacción.

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  2. Las formas de meditación no-cristiana son prácticas de concentración profunda y no de oración. En la meditación no-cristiana la persona busca en las profundidades del propio yo llegar a un vacío interior y a sentirse “divinizado”.
    En esa llamada “meditación” oriental o “metafísica”, el meditante se busca a sí mismo, para lograr por sus propios medios una supuesta fusión en el dios del que se cree parte.


    Es necesario hacer notar que en esos TRANCES INDUCIDOS en los que se busca ALTERAR el estado de conciencia al usar técnicas y métodos especiales, se logra, por ejemplo, un aquietamiento o adormecimiento del cuerpo, de la mente y de los sentidos, al que llaman paz, pero que NO debe CONFUNDIRse con la Verdadera Paz.
    La paz se produce como una consecuencia de aceptar la Voluntad de Dios. Es claro que la Paz Verdadera no puede “provocarse”, no puede venir de técnicas, sino de dentro de nosotros mismos.

    La paz es fruto del amor y de la confianza en la Voluntad de Dios para nuestra vida.

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    1. Muy interesante tu aportación de distinción entre la meditación occidental (Cristiana principalmente) y la oriental, si bien, a mi humilde conocimiento no hay tales diferencias, ejemplos hay tan variopintos como Santa Teresa de Jesús, Los 12 Apóstoles, Dalai Lama, Sidharta, Confucio, Platón, y muchos más, de una forma u otra todos han profundizado en la meditación con diversas técnicas para lograr un mayor entendimiento de la esencia de la vida, el amor.

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  3. En que la meditación oriental se centra en el "yo" y el éxito depende de la técnica y de cómo la aplico.

    En cambio la ORACION-MEDITACION cristiana se centra en un “Tú” ( en Dios) y a la vez te hace conocer al Autor del Amor.

    Solo un corazón humilde-agradecido y una mente renovada puede llegar a este punto de conocimiento, que es una Realidad.

    En la formación de una perla todo comienza con un granito “irritante” de arena que se mete en los pliegues delicados de la ostra, el granito causa una herida y la ostra al sentir la herida cierra el caparazón y empieza a producir una sustancia llamada nácar con la que envuelve el granito de arena que le causa molestia.

    No es un proceso instantáneo, empieza en el momento que la ostra reconoce el granito intruso dentro de ella, este granito es cortante y filoso y le hace daño por lo que lentamente la ostra lo va cubriendo con el nácar. El nácar cubre cada parte afilada del granito de arena que la hiere así lentamente y paso a paso, se forma una perla. Por lo tanto una perla es el fruto de un intenso sufrimiento.

    Una perla es el resultado de una crisis superada.

    Al igual que las ostras, muchos de nosotros al venir a Cristo empezamos a notar algunas cosas que nos molestaban internamente, cosas que eran obstáculos para alcanzar nuestras bendiciones y empezamos a entregarlas a Dios para que Él empezará a producir en nosotros la sustancia necesaria para empezar a cubrirlas y para sanar las heridas que estas nos causaban. En nosotros el nácar es su amor, su paciencia, su presencia y su Palabra.



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