Antes de iniciar la meditación, busca un sitio confortable y tranquilo (evita ruidos), como por ejemplo el sofá, la cama, su tendido en una alfombra o suelo, sentado en una silla o sillón cómodo.
Si en algún momento descubres que tu mente se distrae, limítate a relajarte y concentrarte en el ejercicio. También es posible que te asalten ciertos pensamientos respecto asuntos de tu vida cotidiana, aléjalos con varias respiraciones profundas y conscientes.
1.-Cierra los ojos y siente tu cuerpo. ¿Estás tranquilo?. ¿Relajado?. ¿Notas tensos y rígidos algunas partes de tu cuerpo?.
Si notas alguna tensión en hombros, brazos, piernas, pies, cara o cualquier otra parte de tu cuerpo, tienes que hacer la relajación muscular progresiva de Jacobson http://es.wikipedia.org/wiki/Relajaci%C3%B3n_muscular_progresiva_de_Jacobson.
2.-Inspira profundamente, con lentitud por la nariz y luego expulsa el aire por la boca como si trataras de empañar un espejo con tu vaho.
Con cada respiración siente como tu cuerpo se relaja. Es necesario hacer unas 5 inspiraciones y exhalaciones antes del siguiente paso.

Nota como esa luz empieza a penetrar en tu cuerpo como cuando el sol te baña en verano en la playa o piscina.
Siente cómo su flujo baja por tu cara, por el cuello, entra por tus hombros, fluye por tu espalda así como por tu pecho, destensándolo y relajándote. continua bajando por el abdomen y piernas.
Percibe el calor de esta luz blanca a medida que fluye por tus pies. La luz impregna cada célula de tu cuerpo, notas cada átomo de tu cuerpo vibrando de amor. Eres como una esponja que va absorbiendo esa luz.
Esa luz va purificando todo tu cuerpo.
Si alguna parte de tu cuerpo precisa relajación adicional, envía esa luz a la zona del cuerpo tensionada.
4.-Inspira y expulsa el aire unas 5 veces, deja que los pulmones se dilaten, percibiendo una sensación de paz.
Visualizate de pie en medio de un bosque. Brilla el sol y una suave brisa te acaricia la cara. Estás rodeado de arboles frondosos y robustos.
Alza la vista y observa la altura de esos arboles, sus ramas y el verdor de su hojas. Observa entre las ramas cuán azul es el cielo.
Contempla la belleza que hay a tu alrededor, sorpréndete de la majestuosidad de esos arboles milenarios.
6.-Visualiza que echas andar a través del bosque prestando atención a los colores y a los sonidos. Huele el aroma de la tierra y percibe el suelo bajo tus pies.
Tu cuerpo se siente fuerte y lleno de energía por el hecho de estar en el bosque.
Observa los rayos de sol
que se filtran por entre las hojas de los arboles. a medida que penetras en el bosque, empiezas a sentir que en él hay un sitio especial para ti. Mira a tu alrededor y encuentra tu sitio especial, lo reconoces por su belleza.
que se filtran por entre las hojas de los arboles. a medida que penetras en el bosque, empiezas a sentir que en él hay un sitio especial para ti. Mira a tu alrededor y encuentra tu sitio especial, lo reconoces por su belleza.
Dirígete a ese lugar y observa los helechos y las plantas a tu alrededor. siente el perfume de las flores.
7.-Dirígete a un arbol que te ha llamado especialmente la atención por su fuerza y naturaleza. Apoya suavemente las manos en él, percibe la textura de su corteza, ¿es rugosa' ¿ o lisa? ¿ y su hojas grandes o pequeñas?.
Date la vuelta y recuesta tu espalda contra el arbol.
Nota su energía que brota desde sus raíces hasta la punta de sus hojas.
Nota su energía que brota desde sus raíces hasta la punta de sus hojas.
Permite que esa energía penetre en ti y te nutra.
Siente como si la energía del arbol y del bosque te envuelve y te llena de luz.
Percibe cuán leve y fuerte eres, siente la presencia de la energía cósmica (de creación del universo).
8.-Presta atención a los sonidos y escucha el rumor del agua que fluye a lo lejos. Te sientes como en tu dulce hogar en este lugar.
Hay amor, te sientes apacible en este lugar sagrado. Siente la presencia de seres espirituales que te guían y te protegen.
9.-Recapacita un momento, si tienes preguntas que no han tenido respuestas, ahora es el momento de formularlas y escuchar los mensajes que el Universo tiene para ti.
Disfruta de la paz y la sabiduría que percibes. Confía en lo que estás recibiendo.
10.-Inspira profundamente y siente la paz del bosque, exhala lentamente. Repite dicho proceso 3 veces.
11.-Imagina que te levantas y estiras tu cuerpo, ahora te sientes más ligera y plena de fuerza.
Date la vuelta y echa otra ojeada a tu lugar especial del bosque.
Estará aquí en todo momento para cuando quieras volver a él.
12.-Empieza a sentir de nuevo tu cuerpo. Respira con suavidad y muévete ligeramente tus manos, brazos, pies piernas.
13.-Frotas tus manos para calentarlas durante 10 segundos, luego pásatelas por tus ojos como si te lavarás y abre los ojos.
14.-Dedica un minuto aproximadamente a asimilar todo cuanto has experimentado.
15.-Por último vuelve al presente conscientemente.
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