Idioma

martes, 1 de abril de 2014

En la pescadería

Esta mañana en la pescadería de mi barrio he mantenido una interesante conversación con mi pescatero, como siempre.

Es pescatero desde que nació, ya su padre tenía su pescadería, todo lo que trae es de primera calidad o no lo trae, es un poco más caro pero tienes garantía de comer sano y fresco. No es fácil mantenerse en estos tiempos de crisis y miedo, siempre buscamos ahorrarnos aunque sea en lo más básico, nuestra alimentación.

Hemos hablado precisamente de eso. De que cuando tenemos miedo y perdemos la ilusión estamos vendidos a los oscuros poderes de este mundo, no más de cuatro personajes y sus compinches, según él. Cosas cotidianas como salir al campo, ir de cena con tu pareja o visitar esa ciudad que tanto te gustaría ya no están en nuestros pensamientos. El día a día duro y con el corazón encogido por el qué pasará mañana nos impide disfrutar y nos centramos en la pura superviviencia. Sin saberlo, yo venía pensando en cambiar el viaje que tengo reservado con mi amor, acortarlo o no hacerlo...mis números también están viviendo horas bajas. Pero después de comprar los boquerones y las bacaladillas para cenar he pensado que voy a hacer ese viaje completo, fuera miedos e incertidumbres, si la mayor de éstas es si mañana amanecerá de nuevo para mí, si tendré salud para poder viajar...

No podemos dejar que nos metan el miedo en el cuerpo, que nos paraliza y nos aborrega para hacer exactamente lo que quieren de nosotros, quitárnoslo todo para tener más, pues bien, nuestra mente no nos la quitarán y las ilusiones tampoco.

Por cierto, me ha recomendado la película El Capital, que es francesa, a ver si la consigo y la comentamos

2 comentarios:

  1. por que temer al mañana?

    “No es feliz el que hace lo que quiere, sino el que quiere lo que hace”.

    No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o beberéis;
    ni por vuestro cuerpo, cómo os vestiréis.
    ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
    Fijaos en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros;
    sin embargo, Dios las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
    ¿Quién de vosotros, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?»
    ¿Y por qué os preocupáis por el vestido? Observad cómo crecen los lirios del campo.
    No trabajan ni hilan; sin embargo, os digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor,
    se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana
    es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?
    Así que no os preocupéis diciendo: “¿Qué comeremos? Porque los paganos andan tras
    todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que necesitáis de todo esto.
    Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
    añadidas. Por lo tanto, no os angustiéis por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes.
    Cada día tiene ya sus problemas.
    Mateo 6:25-34

    ResponderEliminar