El medallista de oro
olímpico Scott Hamilton ha dicho: “La única discapacidad en la vida es una mala actitud”. Es cierto.
Nada te obstaculizará
o estorbará en tu vida más gravemente que una mala actitud.
Cuando utilizo la palabra actitud me estoy refiriendo al sistema de
pensamientos, la postura mental, la mentalidad, o la manera de pensar con la
que una persona afronta la vida.
Todos nosotros tenemos
el privilegio y la responsabilidad de escoger nuestras actitudes, sin importar
en qué circunstancias o situaciones nos encontremos. La palabra clave aquí es ELECCIÓN.
Las actitudes no sólo
se producen; son los productos de nuestras elecciones. Con el tiempo, los
patrones de pensamiento establecidos en nuestra mente pueden ponernos en
“piloto automático”, lo cual significa que cuando se producen cierto tipo de
situaciones, estamos programados de antemano para pensar en ellas de ciertas
maneras.
Tenemos que interrumpir esta función de piloto automático y aprender a
detener nuestra mente para que no vaya en la dirección en que ha ido durante
años si esa dirección no está produciendo cosas buenas en
nuestra vida.
Es vital que entiendas
que puedes escoger tus propios pensamientos. Puede que tengas el hábito de sólo
pensar en cualquier cosa que te llegue a la mente, pero ahora estás en el
proceso de re-entrenar tu mente pensamiento a pensamiento, idea a idea.
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