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miércoles, 12 de agosto de 2015

Juego de poder II parte

Un juego de poder es una transacción consciente.


Las maniobras que usamos para coaccionar a otros para que hagan lo que de otra manera no harían, son conscientes por nuestra parte. 

Algunas veces estamos tan habituados a obtener lo que queremos a través del uso de juegos de poder que dejamos de prestar atención a nuestro comportamiento.

Las personas en posiciones de poder consiguen hacer lo que quieren tan a menudo que los juegos de poder se han convertido en algo habitual en ellos. El hecho de que el juego de poder sea habitual no significa que la persona no sea consciente o capaz de ser consciente de sus intenciones por controlar con sus transacciones. Enfatizo el intento consciente de una persona en la definición de juego de poder porque en muchos ejemplos no es posible decir si un estímulo transaccional es una acción de poder sólo a primera vista. 

Un estímulo transaccional es un movimiento de control solamente si se intenta coaccionar a otra persona.
Volviendo a las acciones originales (juego de poder).

Antonio.-"Vayámonos al cine". 
María.-"Prefiero ir a bailar".
Antonio.-"Bueno, yo quiero ir al cine. Quizá podría ir solo".

A menos que sepamos las intenciones de la última declaración de Antonio, realmente no sabremos si se trata del comienzo de un juego de poder, aunque así es como suena. Antonio puede estar tratando de coaccionar a María o hacerle un juego de poder para que vaya al cine con él, con una maniobra del tipo "Todo o Nada" (O te vienes al cine o tú verás lo que haces). 

Por otra parte, quizá Antonio está deseando dejarle tener la opción de venir o no, mientras él simplemente sigue sus preferencias. Esto podría no ser un juego de poder incluso si María así lo siente y responde como si ella hubiera sido coaccionada. Ésta es una distinción muy importante. 


Probablemente María se dará cuenta de las intenciones de Antonio si acepta su sugerencia. 
María.-"Vale, adelante. Creo que me iré a bailar con Ana". 

Si Antonio acepta sin más y sin resentimiento esta alternativa, entonces probablemente su transacción inicial (Quizá podría ir solo) no fue un movimiento de control. 

Si fuera un movimiento de control, falló en su propósito e indudablemente estará resentido con su respuesta, que fue una habilidosa antítesis a su intento por controlarla. 

Otra vez, lo obvio y lo que está al descubierto no sirve de mucha ayuda para aprender cuáles eran las intenciones de Antonio ya que puede que no muestre ningún signo de desagrado y puede que se vaya sólo al cine. Pueden pasar días o meses antes de que el resentimiento por la antítesis de ella aflore. 

De hecho, puede que nunca salga a la luz. Pero, excepto en el caso de un comportamiento realmente fuerte, nunca podemos saber con certeza si un movimiento concreto fue parte de un juego de poder.

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