Un hombre de la huerta de Murcia, llamado Pencho está en la capital y ve una mujer guapísima con unos pechos perfectos salir de un autobús.
Mujer.-"¿Tú, te has vuelto loco?, ¡imbécil!"
Pencho da la vuelta a la manzana, llega antes que ella a la esquina.
Pencho.-"¿Por 1.000 euros me dejarías morderte los pechos?".
Mujer.-"¡Escúcheme imbécil!, yo no soy de ese tipo de mujer, ¿entiende?".
Pencho da la vuelta a la otra manzana, y de nuevo llega a la esquina antes que ella.
Pencho.-"¿Por 10.000 euros me dejarías morderte los pechos?".
La mujer piensa un poco.
Mujer-"¿10.000 euros? Está bien, pero vamos allí, a aquel portal".
Ella se abre la blusa, y sacándoselos muestra sus pechos, hermosísimos, a la cara del burrico de Murcia. Pencho ni corto ni perezoso los ve y se lanza, comienza a besarlos, alisarlos, pasarle, las manos, y acariciarlos. Recuesta la cabeza entre los senos, los lame, los chupa los vuelve a besar; pero de morder, nada de nada. Hasta que la mujer pierde la paciencia.
Mujer.-"¿Pero es que no me los va a morder?".
Pencho.-"No, es muy caro".


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