Antes de iniciarse mis excesos alimenticios de las fiestas navideñas, me voy a comprometer a perder peso ya que habitualmente suelo incorporar una capaza de kilos en esas fechas. Y no me voy a machacar en el gimnasio.
Recientemente, los investigadores han descubierto
que la flora intestinal también incide sobre el control del peso, esa es la base que voy a tomar para conseguir el reto.
Lactobacillus gasseri (L. gasseri) no confundir con L. casei, tipo Actimel , una bacteria probiótica, bastante desconocida, en varios estudios se ha constatado que la composición de la
flora intestinal es la responsable de la obesidad y la diabetes de tipo 2. Nuestro sistema digestivo alberga cerca de 500
especies diferentes, conformando un ejército de billones de
microorganismos que pueblan nuestro intestino y que, día y noche, lo protegen, lo
limpian e impiden que las bacterias y levaduras nocivas se desarrollen y les
quiten el sitio
De lo contrario, su flora se convertirá en un
refugio para organismos nocivos que le provocarán estreñimiento, flatulencias,
diarrea, inflamaciones de diverso tipo, alteraciones cutáneas, ganas de dulce,
sobrepeso y cambios de humor. Además, una flora en mal estado también puede
generar enfermedades más graves como colon irritable, diarrea con sangre,
cáncer de colon, diabetes de tipo 2 u obesidad
Una flora intestinal en estado óptimo debe contener
un 85 % de bacterias buenas y un 15 % de bacterias malas.
Voy a dejar de consumir gluten, que encontramos en el pan, la pasta y
las pizzas, a menudo se digiere mal y puede provocar una inflamación crónica
del intestino, que a su vez es síntoma de un debilitamiento de la flora
intestinal.
La acción del gluten puede compararse con una
fricción constante de la pared interna de su intestino con un papel de lija,
que va destruyendo la mucosa que protege la pared, lo que provoca innumerables alteraciones, entre
otras una aceleración de la acumulación de grasas.
Voy a dejar de tomar los alimentos azucarados o que se transforman
rápidamente en azúcar ya que también resultan nefastos para la flora intestinal, glucosa de las patatas, la fructosa de los zumos de
fruta y la lactosa de los productos lácteos.
El desequilibrio de la flora intestinal puede
provocar sobrepeso o dificultar la pérdida de peso, seguiré una alimentación sana y a actividad
física moderada y el probiótico L. gasseri creo que marcará la diferencia.
El L. gasseri forma parte de las bacterias
esenciales que garantizan la calidad de la flora intestinal y que además
fortalecen la salud en sentido amplio. Tiene su origen en la leche materna.
Nota:es esencial escoger una bacteria probiótica capaz de resistir
la barrera digestiva ya que, de lo contrario, el tratamiento no refuerza la flora intestinal.
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