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martes, 24 de junio de 2014

Sexo; una mercancía más

"El sexo sin pecado es como un huevo sin sal y aceite" 
Luis Buñuel-Director de cine.

Lo primero es reconocer la importancia del sexo. A ello, se suma que el sexo, hoy en día, se ha convertido en una mercancía en sí misma, es decir, el sexo está por doquier en todas sus variantes.

Por un lado, está la banda del puritanismo, la idea que subyace es que la familia es el centro de la sociedad, siendo el matrimonio su expresión en un sentido moderado, sobrio y fructífero. Todo esta rama de la civilización se resume en trabajar, ahorrar y planificar. Está basado bajo los vértices de la responsabilidad, seriedad y moderación.

Por otro lado, tenemos la banda del consumismo (consumista), la idea principal es que el mercado es su eje principal que asegura que los deseos nunca acaben. Está basado en los planes de satisfacer espontáneamente y express los deseos carnales, también es conocido como la civilización de los hedonistas.

Estas dos bandas de cuatreros tienden a chocar entre sí. Además las normas sociales empujan a pertenecer a una de las bandas por razones de protección o amparo ya que está enraizada desde nuestra prehistoria más ancestral.

En la banda consumista, hoy está más presente en número en el globo terráqueo, está por abrir nuestras carteras o billeteras que abrir la mente. Esto ha implicado el divorcio del sexo con las emociones, sentimientos y pasiones sociales. La sexualidad debe estar entregada al comercio, olvidándose que el placer florece en un contacto de unión, respecto, libertad, entrega mutua, confianza, ternura y por supuesto amor, siendo esas sus raíces inquebrantables de nuestro ser.

1 comentario:

  1. El Sexo, no es bueno, es buenísimo.
    El sexo es bueno pero no a todos les va bien porque no han respetado las reglas.

    "Todas las cosas nos son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas nos son lícitas, mas no nos dejaremos dominar de ninguna.
    Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas"


    La relación sexual la inventó Dios, entonces debe ser un buen invento, de nosotros depende cómo lo usamos, el sexo es uno de los placeres más intensos que podamos vivir o es una de las experiencias más frustrantes dolorosas que puedan existir.

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