Muchos y variados han sido los cambios
que ha padecido o promovido la humanidad durante su existencia. Estos siempre
han conllevado una inherente resistencia a los mismos a la par que una
necesidad casi evolutiva de volver a interpretar la “nueva realidad” con el
consecuente requisito de desaprender o reaprender el nuevo cambio de conductas, actitudes y/o hábitos.
Avances como el mismo descubrimiento
del fuego que suscitaba retomar otras técnicas, la negación de la Tierra como centro del
universo con el consiguiente destronamiento del hombre y su filosofía paralela
hasta las recientes invenciones tecnológicas son algunos escasos ejemplos que
han obligado a modificar esquemas en el ser humano en favor de su propia
subsistencia y evolución. Incluso para el resto de los seres vivos, Darwin, en
su teoría de las especies, argumentaba de alguna forma la capacidad de
adaptarse al entorno para la propia supervivencia animal.
Es común en el ser humano oponerse a
estas adaptaciones, paradigmas, esquemas o incluso opiniones distintas. La
mente inconsciente que nos gobierna en un alto porcentaje activa de forma
automática resortes de resistencia al cambio y es nuestra mente consciente la
que, según Eagleman entre otros, puede matizar o modificar este hecho.
De hecho, la reciente creencia de la
pérdida continua e irrefrenable de neuronas fue desmentida en 1999 por los
estudios científicos de Elizabeth Gould y Charles Gross, quienes demostraron
que diferentes experiencias nuevas pueden provocar creación de nuevas
conexiones neuronales y, en definitiva, una regeneración de este tejido. Esto
confirma la capacidad de desaprender o reaprender; hoy día y en el futuro
próximo no solo consistirá en una opción, sino en una necesidad.
"la convicción en el corazón es el primer paso de este camino, como también aprender a distinguir las medias verdades"
ResponderEliminarHoy día lo que nos beneficia en parte es también lo que nos trae la niebla, que son tantos libros escritos, tantas ideas, fuentes, estilos, interpretaciones, etc
De estos emana la confusión y el relativismo.
Buscar DESAPRENDER primero, porque existen muchas interpretaciones que nos desvían a debates, teorías, técnicas y métodos estériles que nos entretienen
reiterar sobre la necesidad de DESAPRENDER mas que APRENDER. Porque cuando desaprendamos lo mal aprendido, comenzaremos de nuevo a recuperar la sencillez y la esencia de todo.
Por ello adquirir sabiduría es el fundamento.