Construye una base

La mejor manera de comenzar una vida espiritual es en el terreno (tu realidad), el dinero representa los cimientos sobre los cuales construirla. 

Primero, se construye una base; administra tu dinero, el cual se consigue trabajando duro y llevando una vida sencilla. Siempre que lo necesites recurre a tus ahorros.

El dinero es exactamente igual que el sexo: no piensas en otra cosa si no lo tienes y piensas en otras cosas si lo tienes.

Por tanto, aunque las personas deseamos conscientemente incrementar nuestras riquezas, quizás nuestras ideas se interpongan en el camino. En consecuencia, cada uno de nosotros nos beneficiaremos cuando superemos los sentimientos conflictivos y las actitudes derrotistas sobre el dinero.

La idea sobre el dinero, que nosotros tengamos, determinará en gran medida nuestra eficiencia a la hora de adquirirlo.

No se trata de enriquecerse o llevar una vida sencilla y pobre, sino crear una estabilidad y contar con lo suficiente para vivir, es decir, un flujo equilibrado de energía monetaria a lo largo de nuestra vida. Esto te libera de los problemas de supervivencia, de tal modo que las preocupaciones de dinero ya no acaparan tu mente ni monopolizan tu atención. Asciendes a niveles más elevados de conciencia y experiencia.