Idioma

domingo, 9 de febrero de 2014

EL ZEN DE LAIA

Laia inició el estudio del Zen  en Murcia cuando tenía 20 años y lo prosiguió hasta los 40, cuando comprendió lo que era el Zen.

Enseñó desde los 40 hasta los 80.

Una vez ocurrió una cosa extraordinaria cuando una discípula le preguntó:

¿Qué debo de hacer si no tengo nada en la mente?.

Replicó Laia.

Arrojarlo. 

Insistió la alumna.

Pero si no tengo nada, ¿cómo puedo arrojarlo?. 

Bueno- dijo Laia- entonces llévalo a cabo.

2 comentarios:

  1. la mente debe estar ocupada

    Os dejo una historia

    Un hombre había sido condenado a estar incomunicado en una celda oscura. Lo único que tenía para mantener ocupada su mente, era una canica, que tiraba repetidamente contra las paredes. Se pasaba las horas oyendo el ruido que hacía al rebotar y rodar por toda la celda. Luego la buscaba a tientas en la oscuridad hasta que la encontraba. Entonces, un día el prisionero tiró su valiosa canica hacia arriba, pero ésta nunca cayó al suelo. Sólo reinó el silencio en la oscuridad. Se sintió tan angustiado por la "desaparición" de la canica y por no poder explicar qué era lo que había ocurrido, que se volvió loco, y se puso a arrancarse el pelo hasta que finalmente murió. Cuando los oficiales de la cárcel entraron en la celda para sacar su cuerpo, uno de los guardias vio que había algo atrapado en una enorme telaraña que estaba en la parte de arriba de uno de los rincones de la celda. "Qué raro", pensó. ¿Cómo habrá ido a dar allá arriba esa canica?

    Como la historia de este frenético prisionero ilustra, a veces la percepción del ser humano plantea preguntas que la mente no puede contestar. Pero siempre existen respuestas lógicas. Sencillamente, tiene sentido que nosotros no dependamos demasiado de nuestra habilidad para armar el rompecabezas, especialmente cuando tratamos de comprender al Omnipotente. No sólo la percepción humana es muy imprecisa y deficiente, sino que aun podemos confiar menos en nuestras emociones.

    ResponderEliminar
  2. Excelente historia y brillante el contenido.

    Ver, sentir, tocar, olfatear y aprender conscientemente es nuestra mejor herramienta para sosegar nuestra mente, sencillamente percepción de las sensaciones.

    ResponderEliminar