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miércoles, 12 de febrero de 2014

Desafío

Hoy parece un día normal, es equivocado pensar así. La rutina me consume desde el momento que decido extraer  remolonamente los pies de la dulce sensación de la sábana como hace la cabeza de la tortuga para salir de su caparazón.

Hoy me doy cuenta al tomar el primer sorbo de un cálido café que  he alcanzado una meta, me siento atrapado como una presa de una peligrosa araña, tal como empezar una nuevo negocio, empresa, pagar unas pequeñas púas (deudas) o encontrar a una persona fantástica que te hace sentir feliz y llena tu corazón de una mágica alegría o lo que sea, uno mismo empieza a perder pasión, ya no necesita esforzarse  tanto, se ha cumplido el objetivo, se ha terminado el proyecto. Así que me dejo llevar, simplemente me relajo.

Bueno, es genial recurrir al manual de los refranes populares, esos que tienen más historia y sabiduría que toda una enciclopedia Larousse o Británica. Encontré la solución.

Las personas prosperan más cuando hay desafíos en su medio ambiente, entorno.

Cuando alcanzas tus metas proponte otras mayores.

Nunca debes crear el éxito para luego acostarte en él.

En resumen, que estoy en el mismo sitio que ayer, en la misma mesa, silla y con la taza café en la mano.

Se acabo en pensar que me voy a quedar inmovilizado, relajado, necesito estar en pleno movimiento, ser dinámico y en permanente alerta, eso me lleva a pensar en las dificultades, las dificultades en retos y los retos en mirar oportunidades, esas oportunidades se encuentran escuchando otras opiniones, para aprender nuevas maneras de ver la VIDA, para fortalecer nuestro espíritu y sacar lo mejor de nosotros mismos.

Me siento motivado, contento y alegre para emprender nuevas aventuras ahora, siendo consciente en cada momento de los desafíos o retos a superar y el efecto excitante de aprender.






3 comentarios:

  1. Muy buena reflexión, me recuerda uno de los decálogos del caminante que aparece en el maravilloso libro que un rey mago muy especial me trajo estas Navidades y que recomiendo sin duda: "El Decálogo del Caminante" de Manuel Pimentel
    Gracias por tu pasión por la vida

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  2. Cada día es una página en blanco de un libro donde uno escribe su propia historia, ¡Vamos a escribirla desde una mirada dulce, limpia, con puras sonrisas y alegre corazón.

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    1. Muchas gracias Maga Circe, eres encantadora.

      Aprender es una tarea diaria, una excelente recomendación

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