Bueno, en la vida hay que actuar, hay que hacer algo. Estar tumbado al sol en la playa, acostado en la cama ya es todo un trabajo. Realmente todo nuestro movimiento personal se centra en esfuerzos ya sean con estímulos positivos o negativos, el trabajo es un mal y preferimos estar ociosos pero la ociosidad es ya tal esfuerzo que supone un trabajo a realizar siempre que nos guste hacer lo que estamos haciendo.
Algunos desprecian el trabajo al punto de decir: “Mira si el trabajo no es algo terrible que hasta tienen que pagarte para que lo hagas”. Otros, por su parte, idolatran el trabajo hasta el punto de sacrificarlo todo por él.
Cuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos que el trabajo sea algo espiritual.
¿Te das cuenta que esta perspectiva puede revolucionar tu vida laboral?
If you have a bad attitude towards work, remember that God has given it as a Blessing.
Actualmente estamos viviendo en una sociedad muy agobiada, mal conceptuada y mal educada ya que la base de cualquier individuo está orientada hacia un sistema artificial y manipulable (por unos pocos) donde prima lo materialista. El culpable de todo ese ingrato ambiente, casi todos estamos involucrados, es cada uno de nosotros que lo aceptamos, lo fomentamos, lo desarrollamos y manipulamos (en ciertas ocasiones) en aras del famoso "progreso" ya que desde muy pequeños no nos ofrecen ni enseñan el verdadero estado de nuestro ser, la espiritualidad. El ser humano esta concebido y posee las herramientas adecuadas para utilizarlas en su bien para llegar a la realidad trascendental de su ser, siendo su meta final el amor. El trabajo genera malestar e insatisfacción, obedecemos más a parámetros mercantiles, consumistas y económicos que al amor, a ese trabajo espiritual de conexión de todos los seres humanos que está en nuestro consciente colectivo como es el amor. Eso si que es una auténtica y verdadera revolución y no los chismes tecnológicos que quieren imponer en pro del progreso ficticio que nos quieren vender.
El progreso tecnológico no es una revolución, es la mayor estafa que está sufriendo el ser humano desde tiempos inmemoriales, ese progreso que enlaza con el trabajo es la depravación de nuestro espíritu que cada vez se va extinguiendo, casi a pasos agigantados, dejando una huella de dependencia y sumisión hacia unos pocos seres de este planeta que ensucian el nombre del amor.
EL TRABAJO EDIFICA.... A trabayar to er mundoooo
ResponderEliminarANDA QUE COMO TE OIGA EL COLETASSSSSSS O SUS PARIENTES TE VA A PONER A PARIR
Bueno, en la vida hay que actuar, hay que hacer algo. Estar tumbado al sol en la playa, acostado en la cama ya es todo un trabajo.
EliminarRealmente todo nuestro movimiento personal se centra en esfuerzos ya sean con estímulos positivos o negativos, el trabajo es un mal y preferimos estar ociosos pero la ociosidad es ya tal esfuerzo que supone un trabajo a realizar siempre que nos guste hacer lo que estamos haciendo.
Algunos desprecian el trabajo al punto de decir: “Mira si el trabajo no es algo terrible que hasta tienen que pagarte para que lo hagas”. Otros, por su parte, idolatran el trabajo hasta el punto de sacrificarlo todo por él.
ResponderEliminarCuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos que el trabajo sea algo espiritual.
¿Te das cuenta que esta perspectiva puede revolucionar tu vida laboral?
If you have a bad attitude towards work, remember that God has given it as a Blessing.
Actualmente estamos viviendo en una sociedad muy agobiada, mal conceptuada y mal educada ya que la base de cualquier individuo está orientada hacia un sistema artificial y manipulable (por unos pocos) donde prima lo materialista. El culpable de todo ese ingrato ambiente, casi todos estamos involucrados, es cada uno de nosotros que lo aceptamos, lo fomentamos, lo desarrollamos y manipulamos (en ciertas ocasiones) en aras del famoso "progreso" ya que desde muy pequeños no nos ofrecen ni enseñan el verdadero estado de nuestro ser, la espiritualidad.
EliminarEl ser humano esta concebido y posee las herramientas adecuadas para utilizarlas en su bien para llegar a la realidad trascendental de su ser, siendo su meta final el amor.
El trabajo genera malestar e insatisfacción, obedecemos más a parámetros mercantiles, consumistas y económicos que al amor, a ese trabajo espiritual de conexión de todos los seres humanos que está en nuestro consciente colectivo como es el amor. Eso si que es una auténtica y verdadera revolución y no los chismes tecnológicos que quieren imponer en pro del progreso ficticio que nos quieren vender.
El progreso tecnológico no es una revolución, es la mayor estafa que está sufriendo el ser humano desde tiempos inmemoriales, ese progreso que enlaza con el trabajo es la depravación de nuestro espíritu que cada vez se va extinguiendo, casi a pasos agigantados, dejando una huella de dependencia y sumisión hacia unos pocos seres de este planeta que ensucian el nombre del amor.