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viernes, 13 de mayo de 2016

Cómo servir y echar vino con pericia

Tomar vino es mucho más que tomar cualquier bebida; es una experiencia única y universal. aunque existen muchas variedades distintas de vino, si quieres disfrutar completamente de la experiencia tan genial de tomar un buen vino, necesitas aprender cuáles son los componentes del vino tales como el cuerpo, aroma, el buqué y el sabor, para encontrar el más adecuado a tu original y selecto paladar.
Para ello, te voy a dar unas pequeñas y precisas instrucciones para obtener garantía de éxito y disfrutar del vino de forma memorable para tí y tus seres más sentidos. 
1.- Para disfrutar de tu vino al máximo, es preciso servirlo a la temperatura adecuada.
Los vinos tintos deben servirse casi a temperatura ambiente, mientras que los blancos deben servirse fríos.

Los vinos tintos, en su mayoría, deben de tomarse a una temperatura ambiente entre los 13 a 18 ºC. Para que llegue a esa temperatura ideal, debes de colocarlo en el congelador durante 10 minutos antes de servirlo (no más tiempo), otra opción, es colocarlo en un balde con hielo.
El vino tinto necesita respirar para que su sabor se concentre, por lo que las copas son, generalmente más grandes que las de vino blanco, Su cáliz tiene que ser más ancho, para permitir que una mayor cantidad del tinto entre en contacto con el aire. Cuando el vino tinto respira, su sabor se vuelve más marcado.

Los vinos blancos deben de colocarse en el refrigerador (2 a 3 días antes de su consumo) y retirarlos 20 minutos antes de servir y tomarse a una temperatura de entre 5 a 9 ºC. 
Las copas para el vino blanco (más pequeñas que las del vino tinto) tienen que tener un cáliz angosto y cuya apertura apunte hacia fuera para que el aroma del vino blanco se concentre y su intensidad de sabor dure por más tiempo. No necesitan respirar tanto como los tintos.

2.-Manipular correctamente la copa de vino.
Cuando quieres experimentar sensaciones inimaginables con el vino es importante coger y sostener la copa adecuadamente, no es una cuestión baladí. Siempre se debe de sostener la copa de vino por el tallo nunca jamas por el cáliz ya que el vino se calentará demasiado rápido.

3.- Echar el vino correctamente en la copa.
Aunque parezca una sublime tontería es muy importante echar la cantidad apropiada  para deleite de la mejor experiencia posible ya que hay notables diferencias entre el blanco y el tinto.

Para servir el vino tinto, primero se acerca la botella a la copa y echa cuidadosamente el líquido hasta que llenes la mitad de la copa, aproximadamente unos 120 ml. de vino. Al terminar, gira la botella hacia arriba y sobre la copa, lentamente, para no derramar vino.

Para servir el vino blanco, envuelve una servilleta alrededor del cuello de la botella para aislarla de la temperatura externa. Así tus manos no calentarán la botella. Luego echa cuidadosamente el líquido hasta que la copa esté un tercio de llena, aproximadamente 90 ml de vino. Al terminar, gira la botella hacia arriba y sobre el vaso, cuidadosamente, para no derramar el vino.







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