Va uno de Cartagena conduciendo su recién estrenado Ford mustang, por la autovía, dirección Murcia, cuando en una de las curvas, se sale de la carretera y se pega “la gran hostia”, quedando el flamante coche completamente abollado.
El cartagenero sale del coche, y empieza a mirar el mal estado en que ha quedado su flamante coche y en éstas pasa un murcianico de la huerta, y viendo lo mal que estaba el de Cartagena, detiene su coche.
Murcianico.-"No te preocupes, hombre, si quieres dejar el coche, tal y como estaba antes, no tienes mas que soplar por el tubo de escape, y a medida que se vaya hinchando, irán desapareciendo las abolladuras".
Dicho esto el murciano vuelve a montarse en el coche y deja al cartagenero manos a la obra.
El cartagenero todo agradecido, se tumba en el suelo, y empieza a soplar por el tubo de escape, como le había dicho el murciano y en éstas que pasa otro cartagenero, que al ver a su paisano tumbado en el suelo, decide detenerse para echarle una mano.
El Cartagenero accidentado cuenta a su paisano lo que le ha sucedido, y el brillante consejo que le había dado el murcianico.
El último cartagenero en llegar, mira atónito al cartagenero accidentado.
Cartagenero.-"¡¡Tu eres tonto del pijo o qué!!... Cómo piensas que se va a hinchar el coche soplando por el tubo de escape. Si tienes las ventanillas bajadas".
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