Una señora del barrio de Salamanca de Madrid quería comprar un loro. Va a la tienda de mascotas, y el joven que la atiende, le comenta que sólo tiene un loro, pero que éste había pertenecido a una señora, que tenía un burdel (hogar del sexo), por lo cual su vocabulario, no era del mejor, sino lo contrario, era altamente insolente.
Llega a su casa y destapa la jaula, y el loro comienza.
Loro.-"Nueva casa, nueva madame".
La señora suelta una carcajada, y espera ansiosa a que sus hijas lleguen de la escuela. Llegan las chicas.
Loro.-"Nueva casa, nueva madame, nuevas putas".
Las hijas no pueden contener la risa y esperan a que su padre, llegue para que vea al loro. Llega el marido a la hora de la comida.
Loro.-"Nueva casa, nueva madame, nuevas putas, pero los mismos clientes... ¡¡¡Hola Jesusín. !!!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario