Test humor nº 82

Un buen día, el párroco de El Palmar se encontró indispuesto con unos fortísimos dolores abdominales. Dado el grave estado en el que se encontraba, le trasladaron a la residencia, donde fue intervenido con urgencia. Mientras el cura se encontraba dormido por los efectos de la anestesia, en la habitación de al lado una joven madre soltera daba a luz un precioso retoño. Desgraciadamente, la joven madre murió y el equipo médico se planteó que hacer con el niño.

Uno de los médicos, tras mucho cavilar.

Doctor.-"Mirad, vamos a adjudicárselo al cura, al fin y al cabo, el hombre le dará una buena educación".

Dicho y hecho, al despertar el párroco se encontró con él bebe en su regazo.

Cura.-"¿Pero esto que es?".

Doctor.-"Mire, este es el origen de sus dolores de barriga….".

Cura.-"Pero, si esto es imposible".

Doctor.-"No, hombre, con lo que han evolucionado los tiempos, ahora los hombres se pueden quedar embarazados…".

El cura se quedó pensativo decidiendo que hacer con el niño. 

Cura.-"Bueno, cuando vuelva al pueblo, diré que es hijo de una hermana mía que ha fallecido y yo me haré cargo de educarlo".

El párroco volvió así al pueblo y contó su historia. No sin algún recelo, los habitantes del pueblo se acostumbraron a ver a partir de aquel día al nuevo vecino que fue bautizado con el nombre de Juan.

Pasaron los años y el cura se hizo muy mayor. Cuando Juan contaba 25 años, el cura enfermo y, en su lecho de muerte.

Cura.-"¡Que venga Juan! ¡Que venga Juan!".

Juan.-"¿Que quiere tío?".

El cura, haciendo acopio de valor.

Cura.-"Mira Juan, tengo un gran secreto que contarte, y antes de morir debo decírtelo…".

Juan.-"Tranquilo tío, no hace falta, desde hace años ya me he imaginado que en realidad es usted mi padre".

Cura.-"¡No!… Yo soy tu madre…., Tu padre es el Arzobispo de Murcia".