Hay unas gran cantidad de gurús que atraen a sus pies a miles de personas de todo el planeta, recibiendo una efervescente veneración, ahora bien, un verdadero maestro es invisible.
Para él, ni disfraz ni necesidad de ser incensada. La realidad es tal cual. Cuando uno se exhibe como un santo, se engaña a si mismo y a sus seguidores ya que no ha realizado nada.
La tentación de profetizar, de querer ser maestro, de querer enseñar a los demás es grande. Es una tentación increíble.
cuidado con el lobo!! -se dice en los cuentos
ResponderEliminarHoy día muchos se atreven a hacer cosas que no les pertenecen.
SED SABIOS Y MUCHO CUIDADO