No quiero que me entiendas, quiero que me aceptes como soy

Generalmente la persona corriente es cualquiera que tamiza sus pensamientos.

En mi caso particular, se me ha prohibido pensar con total libertad, por lo que cada vez que se me ocurren algunos pensamientos, hago una selección y censuro un cierto número de ellos.

Seleccionamos y censuramos también imágenes que se nos vienen a la mente.

Selecciono los sentimientos que aparecen en mi vida emocional, los deseos que nacen de mi sexualidad y las necesidades que expresa mi cuerpo, es decir, me pongo limites y/o barreras mentales, emocionales, sexuales y sentimentales que me protegen de todo lo que es nuevo y que llega constantemente a mi ser, apropiándose de estas barreras que me han impuesto por el entorno circundante.

Un excelente consejo es dejar de forzarnos y aceptar todo cuanto aparece en nosotros, tanto de lo sucio como lo sublime.