Pidieron a Kasan que oficiara en el funeral de un señor provincial.
Nunca había estado entre señores y nobles, y se sentía nervioso. Cuando comenzó la ceremonia, Kasan sudaba.
Luego, a su regreso, convocó a sus discípulos. Kasan confesó que no estaba cualificado para ser maestro, pues no tenía un comportamiento similar en el mundo de la fama al que poseía en el templo recoleto. Entonces Kasan dimitió y se convirtió en discípulo de otro maestro. Ocho años después volvió con sus antiguos discípulos, iluminado.
El profeta Isaías trata en su libro del triunfo de la fe sobre los poderes. A la presencia de la luz cuesta tanto trabajo acostumbrarse porque si ilumina también deslumbra.
ResponderEliminarLa luz ha de imponerse no sin conflicto, sobre la más intensa y temible oscuridad.
de ahí la Palabra, para todos conocida:
"LA LUZ RESPLANDECE ENMEDIO DE LAS TINIEBLAS..." (Jn 1:5)
“Ya no será el sol tu luz durante el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, pues será el Señor tu luz para siempre, tu Dios te servirá de resplandor;tu sol ya no se pondrá y tu luna no menguará,pues será el Señor tu luz para siempre y se habrá
cumplido tu tiempo de luto” (vv. 19-20).
Todo templo tiene su lámpara y toda lámpara tiene su luz.
¿QUE LUZ ESTAMOS REFLEJANDO?
Hoy en día es como si la luz perteneciese a unos pocos que mantienen al resto de la humanidad bajo las tinieblas del miedo y la desesperanza
ResponderEliminarRomper con ello es la mejor opcion
ResponderEliminarpero hay que atreverse a abrir la ventana y dejar que entre el sol
Valientes a los caballosssssssss