El poder de las expectativas

A principios del curso escolar del presente año (septiembre 2013), la Directora de uno de los colegios de El Palmar (Murcia), llamó a 3 profesores al azar y les informó que, debido a su excelencia educativa por encima del resto de profesorado, habían sido seleccionados como los 3 mejores de toda la Región de Murcia (más de 1200 profesores).

La idea de las más altas instancias educativas regionales era la siguiente: A cada uno de los profesores se le asignarían 30 alumnos de entre los más inteligentes del municipio de Murcia, según unas pruebas de cociente intelectual realizadas por prestigiosos psicólogos de España y Europa.

La Directora le comunicó que estos estudiantes excepcionales, gracias a los profesores de élite que tenía el centro, verían mejorados sus resultados académicos entre un 20 y  un 30% al final del curso (junio 2014).

La condición inamovible impuesta por el Ministerio de Educación a los profesores fue que no revelaran nada de lo allí hablado ni a los alumnos ni a los padres de éstos. Seguirían enseñando del mismo modo, con la sola diferencia de que estos profesores privilegiados y de élite sabían que iban a tener a su cargo a 30 alumnos muy brillantes.

Los profesores estaban muy ilusionados por formar parte de la élite docente y por tener a los mejores alumnos de la Región de Murcia, así que se entregaron en cuerpo y alma a sus clases.

Al terminal el curso (junio 2014), aquellas 3 aulas no solo eran las mejores de su centro a nivel regional sino que superaron con creces a la media nacional, siendo sus resultados académicos muy superiores a las expectativas ambicionadas (75%).

Finalmente la Directora citó a los profesores esta semana para felicitarlos por los resultados obtenidos tan extraordinarios.

Los profesores alababan a los alumnos que eran muy inteligentes y ponían mucho interés.

La Directora con una mirada traviesa les manifestó que " la verdad, todo ha sido un experimento mio, de hecho al inicio de curso seleccione al azar los nombre de los 30 chicos y chicas, y se los asigne a sus clases. No sabía cuál era su cociente de inteligencia".

Los tres profesores se quedarán pasmados, atónitos antes las declaraciones de la Directora. Entonces, uno de ellos afirmó que los resultados fueron excelentes porque eran los mejores profesores de toda la Región de Murcia incluso de España.

Con una sonrisa la directora les explicó que la selección la hizo colocando en una bolsa de plástico los nombres de todos los profesores del centro y salieron los de ellos por puro azar.

Este experimento es llamado "DOBLE CIEGO" del autor Brian Tracy y realizado por primera vez  por el prestigioso doctor Robert Rosenthal.

Esta práctica real demuestra que las expectativas de los profesores sobre los alumnos tienen un efecto enorme en su capacidad de aprendizaje y sus calificaciones.

El observador condiciona lo observado.

Unas expectativas elevadas por parte de los profesores hacen despertar en los alumnos una inteligencia superior a la esperada.