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lunes, 28 de abril de 2014

Cruzar el río.

Un maestro Zen decía "cuando algunas personas han de cruzar un río en un barco, comienzan su travesía, pero a continuación pierden de vista su objetivo. Se quedan en el barco: ella se ha convertido en su finalidad".


Algunas personas piensan que la finalidad en esta vida es ganar dinero.

 En mi modesta y humilde opinión la finalidad es la alegría, paz y amor. Hay que ganar dinero, por supuesto, con algo que se ama de verdad, que se ama con locura.

Esto viene a mostrar que hay que hacer cosas que nos procuren un placer inmenso, que se harían incluso gratis. 

¿Se tiene que pedir un salario o sueldo por hacer algo que es tu pasión, lo que realmente te gusta, que se haría sin cobrar nada?.

En resumen, uno tiene que ganarse la vida con lo que le gusta de lo contrario todo sera frustración, decepción, amarguras y tristezas.

De todos modos, estamos abocados a servirnos del dinero, a ganarlo y a gastarlo, viene y va, nunca es nuestro.

Os imagináis al Papa Francisco I bendiciendo a cada uno de nosotros con un billete de 500 euros en la mano.

El dinero puede ser empleado positiva o negativamente para la construcción o la deconstrucción.

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