El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y ya débil mantienen la siguiente conversación:
Marido.-"Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión".
Esposa.-"No, no, tranquilo, tú no debes hacer ningún esfuerzo".
Marido.-" Pero mujer, es preciso. Es precios morir en paz. Te quiero confesar algo".
Esposa.-"Está bien, está bien. ¡Habla!".
Marido.-"He tenido relaciones con tu hermana, tu mamá y tu mejor amiga".
Esposa.-" Lo sé, lo sé. ¡Por eso te envenené!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario