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lunes, 14 de julio de 2014

Test de humor nº 31

Un sacerdote, un ministro y un rabino quieren saber quién de ellos es mejor en su trabajo. Se internan en el bosque, encuentran un oso e intentan convertirlo. Más tarde se reúnen los tres. 

Sacerdote—"Cuando encontré al oso, le leí el catecismo y lo rocié con agua bendita. La próxima semana hará su Primera Comunión".



Ministro—"Yo encontré a un oso, y le prediqué la palabra de Dios. El oso quedó tan sorprendido que me dejó bautizarlo".


Ambos giran la cabeza para ver al rabino, quien yace en una camilla rodante, con todo el cuerpo enyesado.


Rabino—"Pensándolo bien, quizá no debí haber comenzado con la circuncisión".

4 comentarios:

  1. la religión (llamese como se llame) nunca traerá VIDA al hombre, mira que os lo tengo dicho

    RELACION, ESTILO DE VIDA.COMUNICACION Y COMUNION INTIMA es lo que necesitaba el osito bonito

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    1. Muy bueno tu comentario, completamente acertado.

      Casi todo lo relacionado con alguna de las religiones que coexisten en este planeta tan bonito supone una restricción a las primitivas libertades del individuo, coartan su esencia y por tanto menoscaban las sensaciones, emociones y sentimientos de la vida que florecen cada día con unos espléndidos rayitos de luz.

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  2. Subid el volumen a todos los sueños que llevais dentro !!

    Cuando "naces de nuevo" tienes que crecer y no puedes seguir siendo un bebe
    Si algo sucede en lo vertical debe verse en lo horizontal


    UNO! el amor tumba las barreras.
    DOS! la justicia corre por las calles
    TRES! el fuego arde en tu interior
    CUATRO! los cielos se abren y entonces

    Que absurdo pensar que un disfraz o un lenguaje me puedan rescatar
    Aprendamos a pensar
    Atrevete a marcar las lineas borrosas que tanto luchaste por descifrar

    todos sabemos cual es la mejor parte...

    Así que a por ella chicos!!

    Somos luz ?
    Nadie enciende una lampara
    Para meterla debajo de un cajon
    Todo lo contrario
    La pone en un lugar bien alto
    Para que alumbre a todos

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  3. Los sueños, las ilusiones y nuestra esperanza, nuestros tres tesoros más apreciados que nadie nos puede conquistar.

    Muchas gracias, amigo Anónimo por el texto tan bonito, sencillo, tan lleno de pureza intangible.

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